Enfoque
La competencia emocional se ha convertido en un elemento esencial en el ámbito educativo, especialmente en la educación infantil. En esta etapa crítica del desarrollo, el docente desempeña un papel fundamental en el desarrollo cognitivo y emocional del infante. Su influencia no se limita a la transmisión de conocimientos académicos, sino que se extiende a ser modelos a seguir en comportamientos, actitudes y comunicaciones, impactando significativamente en el desarrollo emocional del alumnado. La habilidad del docente para reconocer, comprender y gestionar tanto sus propias emociones como las de su alumnado enriquece el proceso enseñanza-aprendizaje, constribuye a crear espacios educativos positivos, y mejora el bienestar general en las aulas. Es más, para construir entornos educativos más positivos, es fundamental que el bienestar sea una de las principales prioridades para los responsables políticos en el área de educación.
El presente estudio tiene como objetivo explorar las percepciones de los maestros y maestras de Educación Infantil sobre la importancia de la competencia emocional, analizar la formación recibida en educación emocional y las estrategias emocionales aplicadas en el aula para el desarrollo del bienestar.
Se trata de un estudio descriptivo de corte cualitativo, basado en el análisis de contenido de 40 entrevistas semiestructuradas realizadas a docentes de Educación Infantil de la Comunidad Valenciana (90% mujeres y 10% hombres). Este enfoque exploratorio permite una comprensión más profunda de las percepciones sobre la competencia emocional y la identificación de las estrategias utilizadas en el aula.
Los resultados se organizan en cuatro categorías principales: formación en educación emocional, relevancia de esta formación, habilidades socioemocionales del docente y estrategias para desarrollar infantes emocionalmente inteligentes. Se encontró que el 80% de los maestros y maestras no han recibido formación en educación emocional, aunque el 100% considera que la inteligencia emocional es crucial. Las habilidades socioemocionales más valoradas fueron la empatía (70%) y el respeto (40%). Entre las estrategias más citadas para el desarrollo emocional se encontraron las narrativas a través de cuentos, los juegos de roles y la creación de espacios de gestión emocional.
En conclusión, todas las personas entrevistadas coincidieron en la importancia de estar formadas en educación emocional, a pesar de que la mayoría no cuenta con esta formación. Este estudio subraya la necesidad de promover formaciones regladas en educación emocional para mejorar los resultados educativos, optimizar las relaciones con la comunidad educativa (alumnado, compañeros y familias) y fomentar el bienestar general en los entornos escolares. Además, es fundamental que esta formación sea promovida y respaldada activamente por la Administración pública y que las universidades incluyan en el grado de maestro/a asignaturas que contribuyan a desarrollar la competencia emocional. Discutimos las implicaciones de estos hallazgos, las limitaciones del estudio y las direcciones para futuras investigaciones.
