Enfoque
Introducción: La investigación en entornos correccionales ha ganado importancia debido a su enfoque en comprender las complejidades de la vida en prisión, desarrollar estrategias para la rehabilitación y la reintegración social. La salud mental y la habilidad para resolver conflictos son áreas fundamentales en este contexto, dado su impacto en la adaptación y calidad de vida de los individuos en prisión.
Objetivos: Ofrecer una comprensión integral de la interacción entre la salud física y las habilidades de resolución de conflictos en el contexto carcelario. Al explorar estas variables en una muestra específica de individuos en prisión, se busca contribuir a mejoras en la rehabilitación dentro del sistema penitenciario.
Método: Se reclutaron 45 reclusos de la Prisión de Albolote en Granada, con edades comprendidas entre los 23 y 51 años (M=36,86), que cumplían condena por diversos motivos: problemas relacionados con drogas (N= 15), violencia de género (N=14) y problemas fiscales (N=16). Para evaluar las variables de salud, se administró el cuestionario SF-36 (adaptación española de Alonso y Antó, 1995); y para medir la competencia de resolución de conflictos la Escala Tácticas de Conflictos CTS (Straus, 1996). Se realizaron análisis de varianza (ANOVA) unifactoriales, utilizando los grupos de condena como factor independiente y las puntuaciones de los cuestionarios como variables dependientes.
Resultados: Se observaron diferencias significativas entre los grupos en las variables de ”Rol Físico” y ”Dolor Corporal”. Los individuos con condena por delitos relacionados con drogas informaron una menor percepción de su capacidad para realizar actividades físicas y responsabilidades diarias, mientras que los perpetradores de violencia de género mostraron una percepción más positiva de sí mismos en este aspecto. En cuanto al dolor corporal, aquellos con condena por delitos fiscales informaron una percepción más alta de la intensidad y frecuencia del dolor físico que experimentan. También se encontraron diferencias significativas entre los tres grupos en la Escala de Tácticas de Conflicto (CTS) en la variable ”Agresión Psicológica Severa”. El grupo con condena por drogas mostró la puntuación más alta en esta variable, seguido por los perpetradores de violencia de género y, finalmente, por aquellos con condena por delitos fiscales. Estos resultados concuerdan con la literatura previa que indica que el consumo de drogas se asocia con comportamientos más violentos. Factores como problemas de control de impulsos, problemas emocionales y trastornos psicológicos subyacentes (depresión, ansiedad, trastornos de personalidad) pueden manifestarse en conductas agresivas.
Conclusiones/Discusión: Este estudio encontró diferencias significativas entre grupos de reclusos en la percepción del rol físico, el dolor corporal y la agresión psicológica severa. Estos hallazgos pueden guiar el diseño de programas para mejorar la salud mental y la resolución de conflictos en prisiones, buscando una reinserción exitosa y la reducción de la reincidencia delictiva, resaltando la importancia de abordajes terapéuticos integrales.
