Enfoque
La diversidad sexo-afectiva juega un papel crucial en la promoción de la salud y el bienestar. Las redes sociales proporcionan un espacio inclusivo donde las personas pueden explorar y expresar sus identidades sexuales y afectivas sin temor a la discriminación. Esto es especialmente importante para las comunidades LGBTQ+, que a menudo enfrentan estigmatización en otros ámbitos de la vida. La visibilidad y el apoyo que encuentran en estas plataformas pueden mejorar significativamente su salud mental y emocional, al reducir sentimientos de aislamiento y aumentar el sentido de pertenencia. No obstante es importante poder llevar esto a la vida real en todos sus sentidos. Dentro de este contexto, se quiere reflexionar y enfatizar que a pesar de los cambios en la comprensión y aceptación de diversas estructuras relacionales como por ejemplo familias del mismo sexo, familias monoparentales, etc. sigue habiendo resistencias en torno a algunas formas de relacionarse como la No Monogamia Consensuada (NMC), considerando argumentos del tipo que sean prácticas elegidas (vs una opción no elegida). Esto hace que se ponga en el foco la cuestión de la no inmutabilidad de la NMC y que esto trate de restarle importancia (cuanto menos) a la lucha por sus derechos, incluso dentro del propio colectivo LGBTIAQ+ y que en última instancia impide un mismo bloque de unión por la búsqueda de protección legal y contra la discriminación. En la presente comunicación y en contraposición a esto, se revisa y analiza el concepto de inmutabilidad, utilizado tradicionalmente (y poco a poco soltado) para los derechos del colectivo LGBTIAQ+ (en línea con Diamond, 2016), aplicado al contexto de la NMC.
La contraargumentación a la inmutabilidad señala que: no es científica (ver por ejemplo Mittleman, 2023), es innecesaria y sobre todo es injusta. La fluidez es inherente a la orientación sexual y también lo es a las relaciones no monógamas (Manley et al., 2015) y en todo caso, el argumento “Born that way” no ha de justificar que a unas personas se les merezca más respeto o menor discriminación o rechazo que a otras por “no tener la culpa” (con lo peligroso de esta argumentación) de ser así. Se plantea una lucha por la igualdad de derechos en sí misma, la no discriminación y por tanto un enfoque legal que no dependa de la inmutabilidad y donde se consideren el derecho al sentir y la identidad. Este razonamiento se alinea con el concepto de ‘orientación relacional’, sugiriendo que centrar los argumentos en la inmutabilidad de la NMC es innecesario y perpetúa una jerarquía injusta. La NMC no es simplemente una elección, sino una expresión auténtica de la identidad. A esto se le suma la presión social y la estigmatización enfrentada por individuos en relaciones no monógamas consensuadas (CNM) en línea con la experiencia de otras minorías sexuales. La promoción de la salud mental y emocional es crucial en este contexto, ya que la aceptación y validación de diversas estructuras relacionales pueden reducir el estrés y la ansiedad asociados con la estigmatización y la discriminación. Se anima por tanto a un diálogo social y legal más inclusivo que vaya más allá de la dicotomía de elección e inmutabilidad, reconociendo la diversidad de estructuras de relación como una expresión compleja de la identidad (Schechinger, 2023). Este enfoque no solo busca desmantelar narrativas estigmatizantes, sino también promover un entorno social que apoye el bienestar integral de las personas en relaciones no tradicionales como parte del colectivo LGTBIQA+
